Hacía mucho que no me pasaba por aquí y hoy lo hago para mostraos las fotos que tuve el placer de realizar en el enlace de Carmen y Paco y en el bautizo de Luca. Sí, como leéis y vais a poder apreciar en las fotografías, fue un evento 2 en 1.

Carmen contactó conmigo para preguntarme si estaría dispuesta a cubrir ambas ceremonias y me pareció genial ayudarla en inmortalizar tan importantes acontecimientos. Así que, con bastante tiempo de antelación, quedé con los tres para un café y me fueron contando los detalles.

El 16 de Abril, fecha elegida por Carmen y Paco, amaneció lluvioso. Me dirigí a la parroquia de nuestra señora del Carmen en Mazagón, y allí estaban ya, algunos de los familiares que acompañarían a la pareja en su gran día. Por supuesto, también estaba Paco esperando a que Carmen y Luca hicieran su aparición.

El orden de las ceremonias sería el siguiente, primero se casarían ellos y después bautizarían al pequeño. La parroquia era pequeñita pero más que suficiente para que los familiares de ambos cupieran en ella. Luca se portó de maravilla.

Tras finalizar las ceremonias, aprovechando que la lluvia nos daba algo de tregua,  nos fuimos a un camino de madera que nos llevaba a la playa más cercana de la parroquia. Y que además, estaba cerca del restaurante donde comerían toda la familia para celebrar la unión y el bautizo. No disponíamos de mucho tiempo, pero fue más que suficiente para sacar unas bonitas fotos de los 3. Además, tuvimos la suerte de encontrarnos con una autocaravana volkswagen muy molona de unos alemanes que se estaban recorriendo Europa en ella y nos dejaron hacernos algunas fotos con ella de fondo. ¡Que risas nos echamos!, ese momento fue surrealista.

Me encantó conocerlos y formar parte de este día tan especial. Son una pareja encantadora, muy cercana y amables. Me trataron como una más, y disfruté mucho disparando mi cámara e inmortalizando cada momento. Ha pasado tanto tiempo desde este día, que Carmen, Paco y Luca ya tienen las fotos en su poder. ¡Gracias chicos por todo!

Todavía no hace ni una semana de la celebración de » La boda del viento«, pero no he podido esperar más para compartir los preparativos de esta maravillosa boda, que como no podía ser de otra forma llevaba el sello Martina se casa.

A pesar de que Maria no tenía ningún inconveniente en ir desvelando secretos de su boda cuando nos juntábamos los amigos,  llegué el día de antes al lugar de la celebración para ayudarla a montar su boda y me di cuenta de que todo lo que me había imaginado era una pequeñísima parte de toda la organización. ¿Dé donde habían salido tantos molinillos? ¿María había estado encerrada haciendo molinillos hasta el día de su boda? Madre mía, ¡increíble! Eran, bueno son preciosos, porque me he quedado con unos cuantos de recuerdo para decorar mi casa.

Como os he adelantado arriba, el viernes antes de la boda, nos juntamos unos cuantos amigos y empezamos a dar forma al lugar donde al día siguiente, 5 de Septimbre, se darían el «Sí, quiero» David, y María, una pareja de amigos muy especial.  Sabía que la boda sería en el «Chalet del chamaco» (finca los Ventanales), pero claro, no soy de Huelva, y no me hacía una idea de lo que significaba aquello a pesar de haber escuchado siempre buenas críticas. Ahora puedo hablar con conocimiento de causa y deciros que además de estar en primera línea de playa, tiene unas vistas espectaculares a la flecha de El Rompido. Es un lugar mágico, sería mi sitio perfecto para vivir, el mio y el de cualquiera que le guste levantarse y acostarse con semejantes vistas.

Sonia y Oscar, también pusieron su granito de arena y se unieron a nosostros el viernes para ayudar . Trajeron debajo del brazo desde Madrid un molinillo gigante DIY, que lució espectacular en la ceremonia el día de la boda.

Mientras que los simpáticos chicos de Forrajefilms procesan y editan las fotos y videos de la boda del viento, voy abriendo boca con las fotos que hice durante el montaje.

El 6 de Junio de 2015 se celebraba el enlace entre Claudia y Ori en un lugar mágico, rodeado de árboles, y en compañía de amigos y familiares.

Del lugar, las Malvasias, ya os hablé en esta entrada del blog. Fue extraño estar esta vez detrás de la cámara, captando cada momento del montaje, de la celebración y de la fiesta del final en esta boda. El escenario era el mismo pero los actores otros.

Cuando llegué a media mañana a las Malvasias, ya había mucho movimiento. Normal, una decoración tan cuidada no se monta en un momento. Los amigos de los novios, desfilaban por el cortijo de un lado para otro llevando a cabo alguna de las tareas que les indicaban o los novios o la wedding planner «Martina se casa«. Todo estaba perfectamente calculado, estudiado y organizado en la carpeta de la Wedding planner.  Yo mientras tanto, iba haciendo fotos de las transformación que iba tomando el lugar. Poco a poco me fui dando cuenta de que el color predominante de esta boda sería el amarillo. Por todos los rincones de las Malvasías se podía observar algún detalle de este color.

Después de un pequeño parón para comer, llegó el turno de de las sesiones de peluquería y maquillaje.  La zona de las sesiones fue el salón de la casa de Claudia en el cortijo, por allí pasaron algunas de las damas de honor, la madre de la novia y alguna que otra invitada. En este tiempo que duró el maquillaje y la peluquería, la novia pudo relajarse mientras en el exterior se remataban los últimos detalles.

En la casita de al lado, se preparaban Ori y su familia. A medida que se acercaba la hora de la celebración del enlace las damas de honor custodiaban la casa de la novia mientras los caballeros de honor hacían lo mismo en la del novio. Una vez estuvieron todos los invitados sentados en el lugar de la celebración, empezó todo.

Os dejo con las fotos que seguro que describen mejor lo sucedido en el cortijo de las Malvasias ese día.

Hoy os dejo con estas preciosas fotos de la sesión preboda que le hice a Claudia y Ori unos pocos días antes de darse el «sí quiero».

El lugar elegido fue el Parque Moret, en Huelva. Me pareció una buena opción por las posibilidades que tiene y por encontrase en pleno Huelva. Además su boda estaba a la vuelta de la esquina por lo que me imaginé que no tendrían mucho tiempo libre, ni a mi más horas que rascarle a los días después de mi trabajo de «no fotógrafa». Así que a las puertas de parque nos plantamos, los futuros novios, la Wedding planner Martina se Casa y mi cámara para disfrutar de un bello atardecer onubense mientras paseábamos por él.

Su naturalidad y su complicidad ante la cámara es evidente. Son puro amor y muy buenos modelos. Me hicieron pasar una agradable tarde mientras los iba moviendo de una lado para otro siempre con una sonrisa en la cara.

En el post anterior no incluí las fotos que le hice a los recién casados tras la ceremonia para mostradlas mejor en un post aparte.  El tiempo que estuvimos haciendo fotos fue el nos permitió la luz, así que fuimos a contrarreloj, aprovechando cada minuto que nos brindaba aquella tarde de verano que terminaba. El escenario elegido fue una zona del rio Genal próxima a Faraján, un campo de árboles en el que nos paramos para apurar los últimos rayos de sol, y las calles del pueblo.

Gracias, gracias y mil gracias por el buen rato que pasé inmortalizando vuestro día.

Tal y como adelantaba en mi anterior post, el pasado 30 de Agosto viajé a Faraján para fotografiar cada detalle de la boda rural de Alberto y Wafae. La jornada bodil, empezó el sábado después de comer, y al ser Farján un pueblo pequeñito pude acercarme tanto a la casa del novio como de la novia para hacerles fotos en sus preparativos. Empecé por Wafae, por eso de que las novias tienen más protagonismo jejej.  Allí pasé un rato haciendo fotos, mientras ella se maquillaba, vestía y recibía alguna que otra inesperada visita. A pesar de los nervios propios que se tienen antes de la celebración de la boda, echamos un buen rato de risas. Después me dirigí a casa de Alberto, a hacer lo mismo. Click, click y más clics mientras se vestía. Por las calles del pueblo se empezaba a respirar el ambiente bodil: caras de felicidad de los invitados que se iban acercando a Faraján, risas, saludos, gente de un lado para otro organizando el gran enlace.

La ceremonia se iba a celebrar por la tarde en una de las plazas del pueblo. Al terminar de fotografiar al futuro matrimonio me acerqué a la plaza para estar preparada para cuando la novia hiciera la aparición e ir capturando la llegada de los invitados. La plaza estaba preciosa, y preparada para la celebración de la unión. Las vistas desde aquella plaza eran mágicas, por un lado podía verse una pequeña parte de Faraján y por otro un monte lleno de castañales bañados por la luz del atardecer de una tarde de verano.

A partir de ese momento, de mi llegada a la plaza hasta que la ceremonia terminó,  se me pasó el tiempo volando. No paré ni un segundo, normal en actos de este tipo. Puede relajarme algo más en la sesión de fotos que le hice a la pareja tras la ceremonia.  Y la cervecita post sesión también me sirvió para coger fuerzas.

El convite se celebró en la plaza principal del pueblo, como buena boda rural que se tercie, con su verbena y todo para la fiesta del final del banquete.

¡¡¡ Mejor os dejo con las fotos que hablan por si solas !!!

El pasado 21 de junio se celebró la boda de nuestros amigos Marina y Alberto, después de llevar más de un año organizándola y preparándola con mucho amor.  El sitio no podía ser más acertado para el tipo de boda que nos tenían preparada. El lugar elegido fue un cortijo llamado las Malvasias en un pueblo cerca de Huelva, Lucena del puerto. A los amigos más allegados nos invitaron todo el fin de semana y pudimos disfrutar junto a ellos del montaje de la boda.

Para mi, fue la primera vez que participaba en el making of de una boda y me lo pasé como una enana, tanto por la compañía como por los trabajos guiados que nos encargaron los novios. No me podía hacer una idea de lo que era la puesta en escena de una boda, seguro que muchos de vosotros tampoco, porque los invitados llegan una vez está todo listo y bonito. Pero es una experiencia única ir viendo los pequeños avances que va tomando el lugar a medida que se va acercando la hora del día de la celebración del enlace.

El primer día nos dedicamos las chicas a rellenar los botes de cristal, decorados por la novia, con nuestra archiconocida paniculata.  Y a ir metiendo también velas en otros tarros más pequeños. Los chicos se dedicaron a otros menesteres, como colgar los metros y metros de banderines entre los árboles, junto a las bombillas que irían a iluminar la zona de la cena. Todo este trabajo lo ibamos acompañando con algún que otro chapuzón en la piscina y sorbos de cerveza. A los trabajadores nos tenían que tener contentos xD

El segundo día, el día de la celebración, nos levantamos sabiendo que iba a ser el mas duro, todo tenía que quedar montado para la tarde, nos teníamos que vestir y aguantar hasta las mil. Teníamos que darlo todo en la boda de nuestros amigos. Pero como estábamos muy bien organizados y trabajábamos encantados de la vida, llegó la hora el enlace sin darnos cuenta. El tiempo corría que daba gusto el segundo día.

Tuvimos algún que otro susto meteorológico, pues las nubes empezaron a hacer su aparición. Llegaban noticias de que por los alrededores estaban cayendo las primeras gotas. La novia estaba tranquila, por un lado sabía que su ofrenda de huevos a Santa Clara iba a surtir efecto y por otro, a unas malas, pasase lo que pasase, nos lo íbamos a pasar genial. Sí, yo tampoco conocía el dicho popular de «llevarle huevos a Santa Clara» , pero funcionó.

Como podeís ver en las fotos, el resultado de la preparación de la boda quedó impresionantemente bien. Todo estaba perfectamente colocado, y lucía hermoso cada detalle de la misma.  A nosotros no se nos veia nada estresados, al contrario, supongo que si alguna vez volvieramos a tener la oportunidad de participar en algo así, ninguno de nosotros diría que no.

En fin, nos lo hemos pasado muy pero que muy requetebién, estoy deseando ver las fotos oficiales de la boda para recordar momentos, que seguro habré olvidado. Lo que sí recuerdo muy bien, porque me encantó ese momento y lo grabé en video, fue la última canción de la boda, a eso de las 9:30 de la mañana, todos cantando y abrazándonos al final. La canción fue Creep de Radiohead. Y en esta foto de mi instagram tenéis una captura de ese momento, porque me parece a mi que el vídeo no saldrá a la luz xD.