de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que convivían un grupo de amigos rodeados de una piara de cerdos. Bromas a parte, en la entrada de hoy os enseño la casa rural donde nos alojamos durante un fin de semana nuestro grupo de amigos. Todos los años tenemos una cita con la sierra onubense para pasar el  fin de semana y despedir el verano. Estos últimos años ha sido siempre la misma, pero este hemos tenido que buscarnos otra porque la que siempre alquilábamos estaba acupada ese fin de semana. A mi personalmente, de todas en las que he estado, esta es la que más me ha gustado. La piscina me tenía fascinada con las vistas a la montaña, y esas escaleras en las que podías estar sentada a remojo refrescandote mientras hablábas placidamente y te tomabas un refrigerio. Además la casa rural estaba dividida en 3 casas, cada una con su cocina y su cuarto de baño para nuestra comodidad.

Las vistas eran impresionantes, la finca  enorme, por lo que era muy difícil que molestaramos a las viviendas colindantes. A nuestro alrededor, teníamos comunas de cerdos, por lo que teníamos que tener cuidado de cerrar todas las verjas que comunicaban con nuestra casa para que no nos invadieran y formaran su propia fiesta en la piscina mientras que dormíamos.

Mi sitio preferido de la casa: la zona de la barbacoa, desde ahí se podían disfrutar de unos atardeceres increibles.

Castaño del Robledo es un pueblo de muy pocos habitantes situado en la sierra  de Huelva, en pleno corazón del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Está a una hora y pico de la capital  en coche.  Este pequeño pueblo ha sido nuestro hogar durante los fines de semana que ha durado el invierno. Desde allí hemos realizado alguna ruta caminando por los alrededores del lugar. También hemos disfrutado de las tardes al sol en la plaza del pueblo saboreando unas cervezas bien frías, o de las frías noches junto a la chimenea de casa,  viendo algún programa de la tv, hablando o jugando a juegos. 

Estas fotos son de alguno de los paseos que dimos por los alrededores. Por lo general las rutas que hacíamos eran de un par de horas, pero las hay para todos los niveles y gustos.